se escribe, se impone...

Ella le ama. Sabe que siente cada paso de él tras ella, se detiene y lo mira.
Mira hacia atrás, le ve venir y ella comienza a sudar de las manos, le tiembla el alma al saberle cerca, tan cerca. Ella sabe el secreto de él, un secreto que se sabe a voces;a ella no le importa. Ella retira el saber del espacio, disfruta la presencia de él, no del secreto, no de lo que todos saben y dicen, ella no lo niega pero no puede hacer nada, ella sabe que él la ama, ama a aquella mujer que se paseaba frente a él, arrogante, indiferente, que le ama la sonrisa mínima de un saludo, que ama las pocas noches que han compartido, las habitaciones que han perfumado con el deseo de “nunca te vayas”, de “no me dejes nunca”, ella lo ha prometido desde adentro, desde el fondo miserable del corazón herido, desde el conocimiento, desde la mentira, desde la omisión de palabras que se transforman en pequeñas miradas. Aún antes de llegar, él ya está allí, en ese lugar de años anteriores, él la espera desde entonces, y ella ahora hace llegar sus pies apresurados que viajan desde lejos solo para verle un segundo, para sentir su abrazo, su respiración y su aliento cerca del oído, solo para absorber un poco de su saliva que le alimenta el ayuno fatal de amor y voluntad, la voluntad a la que creen han sido sometidos, a creer que están juntos por que así lo quieren, saben que es mentira, que están juntos por algo mas terrible, por el amor que no soportan, por que no pueden hacer mas en contra, que se someten una vez mas a la necesidad, no a la voluntad. Ella dice: no quiero nada de esto, no puede tener un buen final, no comenzó como todo en su vida, es diferente, hoy es el gusto intenso por él, el desear permanecer un momento mas, un momento que él no puede darle. Y ella escribe su historia dolorosa que hace que cada vez sea más desesperante por que él ha llegado a colocarse en ese lugar, ella ya no puede, tonta como una pequeña, inocente del amor, y ella pensaba que ya lo había vivido todo, ahora está así, en el mundo de la idiotez, seducida por amor, odiando ser la victima de su propio discurso erróneo, cayendo profundamente en la ridícula forma de transitar enamoradamente la existencia, dejando de lado la teoría, siendo enjambre de pasión, siendo picada por el mas mortal de los aguijones: por el amor-dolor…